Reportaje
Se va el Félix de Azara.
Se va antes de que muchos zaragozanos tuviesen, siquiera, la curiosidad de por qué se bautizó con ese nombre a un barco que muy pronto caerá en el olvido de los zaragozanos como cayó el
personaje de quien lleva el nombre.
Quizá sí, ese olvido llegue,……. pero intentaremos impedirlo.
Al tiempo.
El paso del barco por Zaragoza, su destino, será todo un cúmulo de comparaciones que tendrá que hacer pensar a los zaragozanos que quieren para su ciudad.
Empezaremos por rememorar a Félix de Azara Félix de Azara, nació el 18 de mayo de 1742 en Barbuñales (Provincia de Huesca) murió allí en 1821.
Fue militar, ingeniero, explorador, cartógrafo, antropólogo, humanista y naturalista.
Su formación académica se realizó en la universidad de
Huesca, en la Academia militar de Barcelona se graduó en 1764 como cadete. Alistado en el regimiento de infantería de Galicia, obtiene en 1775, el grado de lugarteniente; herido gravemente en la guerra contra Argel alcanzó prestigio y respeto entre sus superiores.
Como geógrafo fue designado en 1777, después deltratado de San Ildefonso (1777) firmado entre España y
Portugal, para fijar las fronteras de sus posesiones en América del Sur. En 1781 comenzó el viaje que lo llevó a Sudamérica; su permanencia en aquel continente se extenderá durante 20 años.
Durante aquel largo espacio de tiempo su inquietud y curiosidad fue pesando sobre su interés. Al tiempo que
cumplía con sus cometidos de geógrafo, realizando planos y mediciones de los lugares que consideró preciso. Poco a poco sus cuadernos representaron cientos de observaciones, asumiendo la necesidad de dar a conocer dichos trabajos, más como una necesidad científica, que como una satisfacción personal.
Sus conocimientos y discrepancias lo llevaron a criticar a naturalistas de la época de gran
reconocimiento.
Su trabajo sobresalió con gran diferencia sobre otros de la misma época, por la dedicación de un hombre tenaz, que tuvo la inmensa suerte de encontrar un continente con un número impensable de especies desconocidas hasta aquel momento.
Fueron 448 las especies, más de la mitad eran nuevas, reflejadas por sus estudios.
El Félix de Azuara ha padecido las críticas de quienes poco o nada saben de navegación fluvial, incluso de dinámica fluvial, su presencia en un río obstruido por los restos de construcciones dejados durante muchos años de abandono dificultó sus singladuras.
Quizás como pueblo podamos algún día ver navegar embarcaciones similares, antes tendremos que alcanzar el nivel cultural en todos los órdenes sociales que tienen los vecinos de la ciudad a la cual se dirige.
Muy probablemente cambiará de nombre. No volverá a Zaragoza, y será sólo un recuerdo de aquellos, que piensan que los pueblos evolucionan, gracias al tesón y la dedicación de los que creen que los cambios son posibles.
Zaragoza 7 de diciembre de 2008.
Ante la sustitución definitiva de “nuestro” Félix de Azara por su sucesor Félix de Azara II
Ante la sustitución definitiva de “nuestro” Félix de
Azara por su sucesor Félix de Azara II, traemos de nuevo el Trabajo documental
“Se va el Félix de Azara” publicado en diciembre del 2008. “Nuestro” barco
navego por aquellas aguas durante dos años en invierno, después los acuerdos
comerciales de la Empresa no fueron satisfactorios para las partes y regreso a
Aguas del Ebro en verano. Con posterioridad les intereso más tenerlo alquilado
todo el año en Francia, que el verano en Zaragoza, al final el barco a recalado
en Lion, no regresara.
Este es el enlace del documento que lo sitúa en aguas del
Rodano, http://iberflumenblog.
Como se vera al final, una vez más no supimos valorar lo
que si aceptan y cuidan en otras ciudades, en el documento SE VA EL FELIX DE
AZARA, tratamos de crear conciencia, fracasamos, al final la Empresa al no
tener el respaldo de la población, de los vecinos de Zaragoza, como los barcos
eran de ella, (no del Alcalde) los a dejado en Francia.
Aquí están las muestras que diferencian a dos pueblos, lo
decía entonces, y hoy el tiempo me da la razón.
Pablo Polo Sicilia.
Presidente de Iberflumen.
Se va el Félix de Azara.Se va antes de que muchos zaragozanos tuviesen, siquiera, la curiosidad de por qué se bautizó con ese nombre a un barco que muy pronto caerá en el olvido de los zaragozanos como cayó el
personaje de quien lleva el nombre.
Quizá sí, ese olvido llegue,……. pero intentaremos impedirlo.
Al tiempo.
El paso del barco por Zaragoza, su destino, será todo un cúmulo de comparaciones que tendrá que hacer pensar a los zaragozanos que quieren para su ciudad.
Empezaremos por rememorar a Félix de Azara Félix de Azara, nació el 18 de mayo de 1742 en Barbuñales (Provincia de Huesca) murió allí en 1821.
Fue militar, ingeniero, explorador, cartógrafo, antropólogo, humanista y naturalista.
Su formación académica se realizó en la universidad de
Huesca, en la Academia militar de Barcelona se graduó en 1764 como cadete. Alistado en el regimiento de infantería de Galicia, obtiene en 1775, el grado de lugarteniente; herido gravemente en la guerra contra Argel alcanzó prestigio y respeto entre sus superiores.
Como geógrafo fue designado en 1777, después deltratado de San Ildefonso (1777) firmado entre España y
Portugal, para fijar las fronteras de sus posesiones en América del Sur. En 1781 comenzó el viaje que lo llevó a Sudamérica; su permanencia en aquel continente se extenderá durante 20 años.
Durante aquel largo espacio de tiempo su inquietud y curiosidad fue pesando sobre su interés. Al tiempo que
cumplía con sus cometidos de geógrafo, realizando planos y mediciones de los lugares que consideró preciso. Poco a poco sus cuadernos representaron cientos de observaciones, asumiendo la necesidad de dar a conocer dichos trabajos, más como una necesidad científica, que como una satisfacción personal.
Sus conocimientos y discrepancias lo llevaron a criticar a naturalistas de la época de gran
reconocimiento.
Su trabajo sobresalió con gran diferencia sobre otros de la misma época, por la dedicación de un hombre tenaz, que tuvo la inmensa suerte de encontrar un continente con un número impensable de especies desconocidas hasta aquel momento.
Fueron 448 las especies, más de la mitad eran nuevas, reflejadas por sus estudios.
Nunca le gustó la disección de animales, prefería dibujos anotaciones, de ese modo, aves,
reptiles, mamíferos, peces…, nada escapó a la curiosidad de este aragonés que nos legó no sólo
sus datos, sino también un modo de trabajar que marcaba una diferencia que se ha demostrado
la acertada.
Fueron varias las publicaciones realizadas sobre sus trabajos, recomendamos visitar Wikipedia.
Antes de terminar nos gustaría comentar dos anécdotas: sus estudios le llevaron a plantear la
evolución de las especies antes que Charles Darwin, de quien se comenta que al parecer tuvo
conocimiento de las opiniones que en ese sentido tenía el aragonés. La segunda es su
reconocimiento en otras tierras, en otras especialidades científicas.
Para honrar su memoria, se otorgó su nombre a una cordillera en la luna.
reptiles, mamíferos, peces…, nada escapó a la curiosidad de este aragonés que nos legó no sólo
sus datos, sino también un modo de trabajar que marcaba una diferencia que se ha demostrado
la acertada.
Fueron varias las publicaciones realizadas sobre sus trabajos, recomendamos visitar Wikipedia.
Antes de terminar nos gustaría comentar dos anécdotas: sus estudios le llevaron a plantear la
evolución de las especies antes que Charles Darwin, de quien se comenta que al parecer tuvo
conocimiento de las opiniones que en ese sentido tenía el aragonés. La segunda es su
reconocimiento en otras tierras, en otras especialidades científicas.
Para honrar su memoria, se otorgó su nombre a una cordillera en la luna.
ESTE ES EL ARTICULO COMPLETO DIGITALIZADO
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Adiós Félix de Azuara
El Félix de Azuara ha padecido las críticas de quienes poco o nada saben de navegación fluvial, incluso de dinámica fluvial, su presencia en un río obstruido por los restos de construcciones dejados durante muchos años de abandono dificultó sus singladuras.
Quizás como pueblo podamos algún día ver navegar embarcaciones similares, antes tendremos que alcanzar el nivel cultural en todos los órdenes sociales que tienen los vecinos de la ciudad a la cual se dirige.
Muy probablemente cambiará de nombre. No volverá a Zaragoza, y será sólo un recuerdo de aquellos, que piensan que los pueblos evolucionan, gracias al tesón y la dedicación de los que creen que los cambios son posibles.
Zaragoza 7 de diciembre de 2008.
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